Conocí ésta palabra por casualidad, cuando por vez primera me mudé a vivir fuera de mi país. Debo confesar que mi primera impresión fue de desagrado y hasta mis sentimientos terminaron un poco lastimados. Lo primero que vino a mi mente fue la imagen de una persona que había perdido su patria. Sin embargo, me di cuenta que era una palabra muy usada de forma comercial y cotidiana con la que muchas personas se habían acostumbrado a convivir.
Según la Real Academia Española, un expatriado(a) es “aquel que vive fuera de su patria”. Al conocer esta definición mis emociones se estabilizaron. Después de todo, pensé que no era tan grave. No pasó lo mismo cuando busqué sinónimos: exiliado, emigrante, desterrado, deportado y expulsado.
Según la OCDE (Organización para la cooperación y desarrollo económico) desde finales de los años noventa, asuntos relacionados con la migración internacional y más particularmente con la movilidad internacional de trabajadores altamente calificados, comenzaron a llamar fuertemente la atención de los encargados de formular políticas de gobierno. Esto refleja los elevados movimientos internacionales que comenzaron a tener lugar a partir de la caída de la “Cortina de Hierro”, en conjunto con la creciente globalización de la actividad económica. La diferencia en los niveles de vida y salarios que existen entre países desarrollados y países en desarrollo también se convierten en un factor que influye en la migración de personas. Por otro lado, países que pertenecen a la OCDE atraen personal calificado de otros países con el fin de enfrentar el envejecimiento de su población trabajadora. Esto quiere decir que hay muchas causas que pueden motivar que una persona abandone su país de origen.
Si nos basamos en el concepto de la Real Academia Española, podemos nombrar a muchos tipos de expatriados: empleados diplomáticos, estudiantes internacionales, población desplazada por guerras, misioneros religiosos, personal militar en asignaciones especiales, empleados de compañías transnacionales, entre otros. En mi opinión, esto es un fenómeno cada vez más normal.
Algunos expatriados pueden mudarse varias veces de paí